La erupción dental es un proceso natural y fascinante que marca diferentes etapas del crecimiento infantil. Desde la salida del primer diente de leche hasta la llegada de los dientes definitivos, cada fase tiene su ritmo, sus pequeños retos y sus señales características. Conocer cómo funciona y qué se puede esperar en cada momento ayuda a los padres a acompañar a sus hijos con tranquilidad y a detectar cualquier alteración a tiempo.
1. La erupción de los dientes de leche
Los dientes de leche —también llamados dientes temporales o deciduos— empiezan a aparecer habitualmente entre los 6 y 10 meses de edad, aunque existe mucha variabilidad individual. Algunos bebés pueden tener su primer diente con cuatro meses, mientras que en otros puede tardar más de un año.
El proceso suele completarse hacia los 2 años y medio o 3 años, momento en el que el niño ya tiene sus 20 dientes de leche: 10 superiores y 10 inferiores.
El orden más habitual de erupción es el siguiente:
1. Incisivos centrales inferiores: entre los 8-12 meses
2. Incisivos centrales superiores: entre los 8-12 meses
3. Incisivos laterales: entre los 10-16 meses
4. Primeros molares: entre los 13-19 meses
5. Caninos: entre los 17-23 meses
6. Segundos molares: entre los 23-33 meses
Cada diente cumple un papel fundamental, no solo en la masticación y el habla, sino también en mantener el espacio necesario para los dientes permanentes que saldrán más adelante.
2. Síntomas comunes durante la salida de los dientes
La erupción puede provocar molestias leves, sobre todo en los bebés. Es frecuente notar:
Encías enrojecidas o inflamadas.
Irritabilidad o llanto más fácil.
Mayor salivación.
Deseo constante de morder objetos.
Disminución ligera del apetito.
Es importante recordar que la fiebre alta, la diarrea o el malestar general no se deben a la erupción dental. Si aparecen, conviene consultar con el pediatra para descartar otras causas.
Para aliviar las molestias, se puede ofrecer al niño un mordedor frío, masajear suavemente las encías con un dedo limpio o un dedal de silicona, y mantener una buena higiene incluso antes de que los dientes erupcionen.
3. El recambio dental: llegada de los dientes definitivos
Entre los 5 y 6 años comienza una nueva etapa: la erupción de los dientes permanentes. Este proceso puede extenderse hasta los 12 ó 13 años, cuando erupcionan los segundos molares definitivos. Más adelante, hacia la adolescencia o adultez temprana, aparecen las muelas del juicio (terceros molares), aunque no siempre lo hacen o pueden quedar retenidas.
El primer diente definitivo que suele salir es el primer molar permanente, detrás de los molares de leche, sin que caiga ninguno previamente. Este diente es clave porque establece la mordida y guía el crecimiento del resto. Por eso, los padres deben estar atentos y no confundirlo con un molar temporal, ya que necesita cuidados desde el primer día.
4. Qué deben tener en cuenta los padres
1. Mantener la higiene desde el principio.
Cuando aparecen los primeros dientes, se debe cepillar con un cepillo pequeño y pasta fluorada (1000 ppm hasta los 3 años, aumentando después según recomendación del odontopediatra).
2. Revisiones periódicas.
La primera visita al dentista debe realizarse antes del primer año de vida o cuando erupcione el primer diente. A partir de ahí, se recomienda una revisión cada año para controlar el desarrollo y prevenir caries tempranas. Generalmente, cuando el niño comienza con el recambio, se hacen revisiones cada 6 meses.
3. Evitar hábitos nocivos.
El uso prolongado del chupete, el biberón con líquidos azucarados o chuparse el dedo pueden alterar la posición de los dientes y el crecimiento de los maxilares.
4. Observar signos de alerta.
Si un diente tarda mucho en salir, aparece en una posición anómala o se observa inflamación o dolor persistente, conviene acudir al dentista. También si se detecta que los dientes definitivos están saliendo sin que los de leche se hayan caído.
5. Un proceso natural que merece acompañamiento
La erupción dental es una parte natural del crecimiento, pero requiere atención y cuidados diarios. Acompañar al niño con paciencia, mantener una correcta higiene bucal y realizar controles regulares son las mejores herramientas para asegurar una dentición sana y una sonrisa saludable de por vida.
En nuestra clínica estaremos encantados de resolver cualquier duda sobre la erupción dental de tu hijo, valorar si su desarrollo es el adecuado y ofrecerte las pautas más adecuadas para cada etapa. La prevención y la atención temprana son la mejor forma de cuidar su sonrisa desde el principio.



